Pasó de inventarse un afortunadísimo mote para pinchar en las fiestas de cumple de los amigos a compartir la cabina con gente como Rabit o DJ Lycox en Razzmatazz y el club Marabú. La DJ barcelonesa Titi Calor acumula un bagaje que combina sin vergüenza la influencia arrabalero y el toque de clase que da trabajar como consultora musical para diversas marcas. En sus sets combina el sonido de club emocional con clásicos del footwork, la nostalgia de los sonidos de principios del siglo XXI, el gabber, el trance pero también el reggeaton, el kuduro y el funk y todo lo que queda en medio. Fiesta garantizada en el xiringuito.