Pop autoconfesional, que tanto conecta con su parte urban como con el pop lo-fi y que, por momentos, nos recuerda al pop bocachancla de Hombres G pero con arreglos de lujo. Sensible pero no sensiblero, un cantante indie que, oh sorpresa, canta de verdad unas letras intimistas, críticas y descacharrantes a partes iguales sobre todo lo que nos pasa en el siglo que nos ha tocado vivir. Bienvenidos al hombre orquesta más magnético.