Esta segunda hornada de actividades programadas dentro de la 11ª edición del festival inclute sintetizadores modulares, poesía visual, inteligencia artificial, danza, un bosque digital, bioacústica, una campana hecha con casquillos de latón y propuestas musicales que van del ambient al hip hop retrofuturista pasando por el post-punk, el pop electrónico, la canción tradicional, el mejor ambient contemporáneo y las sonoridades góticas y orquestales. Un diálogo interdisciplinario e intergeneracional entre tradición y modernidad que se refleja también en el cartel creado por Xavi Pujol.

En el apartado musical destacan el cinemático concierto de sintetizadores y cello del británico Ben Chatwin en la Església Nova de La Ràpita; el estreno estatal de la gran Penelope Trappes y sus conjuros electrónicos surrealistas y góticos también en compañía de un cello; el pop fresco y atemporal como antídoto para las inseguridades y la pérdida amorosa de Rocío Saiz; la vaporosa y espectral música ambient de la norteamericana Ulla Straus en el Castillo de Miravet; el espectáculo poético-musical del dúo Ölivia Musyk; y la reinterpretación del mito de Salomé mediante orquestación electrónica e inteligencia artificial a cargo de la compositora escocesa Ela Orleans.

Con el eclecticismo de sonidos y sensibilidades por bandera, del 25 al 28 de agosto también saltaremos de la oscura melancolía post-punk de Nueve Desconocidos a las melodías tradicionales envueltas en electrónica contemporánea de Joana Dark; de la fusión de danza, luz, electrónica y neoclasicismo de CLARAGUILAR a la deconstrucción de la música de club via ambient y reguetón de La Niña Jacarandá; y de la fusión de poesía i música de los valencianos Versonautas a la parranda de hip hop retrofuturista de los andaluces Space Surimi, encargados de cerrar el festival en la Ermita de la Pietat de Ulldecona.

También podremos sumergirnos en tres instalaciones artísticas que nos proponen reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza, la historia, los objetos y los fenómenos físicos. La artista coreano-japonesa Ryoko Akama pondrá en movimiento utensilios cotidianos mediante calor y magnetismo en el Centre d’Art Lo Pati de Amposta; los canadienses Olivier Henley & Laurent Lévesque nos invitarán a visitar un bosque de árboles y plantas provenientes de videojuegos; y Alfred Porres revertirá el uso en tiempos de guerra de la campana –que se fundía para hacer armas– y presentará una campana hecha con casquillos de latón de los cartuchos que usan los cazadores del Delta.

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