No hay que decir mucho de la conjunción astral de Laia y Roger: constructores de sonidos desde 2001, desbordan las categorías gracias a sus artefactos mecanicosonoros. Han hablado de Joan Brossa (“No em va fer Joan Brossa”) y de Jacint Verdaguer (“Demonis”), y ahora de Haydn: ¿destrucción colectiva de un cuarteto colgado del techo mientras suena el Cuarteto de cuerda No. 66 en Sol mayor, Opus 77? Vallas, barricadas y piedras para cargarnos el paradigma musical del clasicismo buscando la esperanza, la destrucción como forma de progreso y la creación colectiva. Perfecto para el fin de semana de reflexión que nos espera en febrero.

Inauguración: 11 de febrero
Visitas hasta el 14 de febrero