Habitual de las mágicas noches de la Ermita de Ulldecona, ¿quién mejor que Marc para redonder lo que pasará ese día en Ullals? Ha pinchado en clubes como The Boiler y A Wamba Buluba de Barcelona, siempre con altas dosis de R&B de los 50 y 60, y las derivaciones en clave de soul, southern, exotica y todo aquello que se cruzó entre ellas. Sus famosas camisas hawaianas y su colección de sombreros darán la bienvenida a la rumba posmoderna de los Hijos del Trueno.