Algunos la recordaréis del proyecto de trip-hop Fang y quizá de la banda sonora de Los sin nombre del por entonces debutante Jaume Balagueró. Veinte años y unos cuantos proyectos después, acaba de publicar su segundo disco en solitario, “Le Monde”, cantado casi enteramente en castellano y en el que, según ha confesado ella misma, ha podido sentirse enteramente libre por primera vez en mucho tiempo. Presentará sus detallistas canciones, mayormente atmosféricas -aunque también hay momentos para el desgarro rockero- dotadas de cierto espíritu marinero, ideales para que su poso agridulce impregne el crepúsculo a base de sonidos de arpa y voz majestuosa.