Escucharla es oír como el sol cae y la luna gira… a trompicones digitales. Esta productora electrónica experimental taiwanesa residente en Berlín empezó tocando el violoncelo a los 12 años y más tarde desarrolló un profundo interés por la electrónica más aventurera, el diseño sonoro y las grabaciones de campo. Disecciona sonidos de origen natural o sintético haciéndolos interactuar con complejos patrones y afiladas texturas, usando su voz procesada como hilo conductor de sus composiciones y de unas impactantes presentaciones audiovisuales en directo. Ha compuesto bandas sonoras para performances y documentales, y actualmente trabaja como productora audiovisual entre Berlín, Taipéi y Turín. Dejad que os sacuda el cerebro.