Piano y texturas construidas a partir de materiales orgánicos son manipulados por este trío colaborativo de Nueva York y Montreal que hace del uso híbrido entre tratamientos analógicos y digitales su bandera, y que tanto cogen un micro como pueden samplear un grano de arroz con un magnetófono. Delicados e intensos a partes iguales, en julio salía su último trabajo, “Patterns for resonant space”. Una ocasión única.